Ali Ritsema – Los Países Bajos
La Sociedad Teosófica existe desde 1875. Estamos ahora en el siglo veintiuno, 135 años después. Este artículo no pretende volver la vista atrás, hacia el pasado, sino ser más bien un escalón hacia el futuro, reconsiderando el papel o el trabajo de la Sociedad Teosófica.
Obviamente, los miembros de la Sociedad determinan su futuro, ya sea localmente, o a escala nacional o internacional. Por lo tanto, cuando los miembros tengan opiniones contrapuestas sobre el papel o el trabajo de la Sociedad, el resultado será la confusión y el caos, y con ello la Sociedad quedará debilitada. Esto no quiere decir que no puedan darse diferencias de opinión o de enfoque –eso es otra cosa. Pero para poder construir un futuro sólido, es importante tener una idea clara sobre el propósito central o el trabajo de la Sociedad. Por eso me gustaría compartir lo que he encontrado en Las Cartas de los Maestros sobre el trabajo de la Sociedad y explorar algunos aspectos de ello.
Un pasaje de la carta cronológica 112 (número 81 de la 3ª ed.) de Koot Hoomi es pertinente aquí. Como la mayoría de lectores saben, Koot Hoomi, o KH, es uno de los Maestros que aceptó mantener correspondencia con el Sr. Sinnett y el Sr. Hume en los años 1880. En esta carta, KH habla de “una niebla gris sofocante — un meteoro moral — [que cubría la India como] emanación ódica de su estado vicioso social.” Supongo que podemos relacionar esto no sólo con la India de aquellos tiempos, sino con todo el mundo actual. Y luego KH dice, y este es el tema central del artículo: “Aquí y allí centellea un punto de luz que marca una naturaleza todavía algo espiritual, una persona que aspira y lucha por el conocimiento más elevado. Si el faro del ocultismo ario tiene que volverse a encender en algún momento, estas chispas dispersas deben reagruparse para poder construir su llama. Y este es el trabajo de la S.T.”
Como H. P. Blavatsky dijo en sus Obras completas (9:243): “Sólo la Teosofía... puede alimentar la luz del faro necesaria para dirigir a la humanidad hacia su sendero verdadero.” Ciertamente, la humanidad necesita un punto de orientación, un faro, porque, como dice tan maravillosamente la Doctrina Secreta (1:208), “los solitarios peregrinos, con los pies doloridos, en su camino de vuelta a casa no están nunca seguros hasta el último momento de no perder su camino en este desierto ilimitado de ilusión y materia llamado Vida terrestre.” HPB lo resalta todavía más urgentemente cuando dice en sus Obras completas (14:27): “El ocultismo debe triunfar... antes de finales del siglo veintiuno.” Esto significa que hay un trabajo que hacer, ¡tanto por parte de la ST como de todos los estudiantes de Teosofía! ¿Qué podemos hacer para volver a encender el faro del ocultismo ario de KH?
La declaración de KH sobre las chispas dispersas que aspiran y se esfuerzan por lograr un conocimiento más elevado podría hacerles pensar, a los estudiantes familiarizados con la Doctrina Secreta, en la estrofa 7 de la Antropogénesis (2:18), donde se lee: “Los Hijos de la Sabiduría, listos para el renacimiento, bajaron.... Aquellos que entraron en [las formas] se convirtieron en Arhats. Aquellos que recibieron sólo una chispa permanecieron desposeídos del conocimiento elevado; la chispa ardía débilmente.” Pienso que es muy probable que nosotros fuéramos los que entonces recibimos solamente una chispa y quedamos así destituidos del conocimiento más elevado; pero confiamos en ser también nosotros los que ahora aspiramos y luchamos por encontrarlo.
En sus Obras Completas 14:249, HPB explica que lo que se menciona en la estrofa citada anteriormente se refiere al momento en que la humanidad encarnada mostró la debilidad del egoísmo, nacido de los deseos y pasiones hasta entonces desconocidos. Ese fue el principio de la lucha a vida o muerte entre la naturaleza divina de los seres humanos y su naturaleza inferior. Aquellos que conquistaron su naturaleza inferior, haciéndose así dueños de su cuerpo, se unieron a los “Hijos de la Luz.” Son los Arhats, son los “beneméritos”, que han alcanzado el fuego de la sabiduría. Son capaces de ver claramente; son los videntes. “Aquellos que sucumbieron, víctimas de su naturaleza inferior, se hicieron esclavos de la Materia” (DS 2:272). Su luz interior quedó velada. Su chispa ardía débilmente.
Para hacer lo que indica KH, nosotros tenemos que atizar y alimentar, de forma individual y colectiva, esta chispa que arde débilmente, para convertirla en llama. KH habla del conocimiento elevado. ¿Dónde podemos encontrarlo? Claramente la Doctrina Secreta puede ser de gran ayuda para tener algún vislumbre del conocimiento elevado. La DS no es sólo una síntesis de la ciencia, la religión y la filosofía, sino que es también una guía para vivir la vida y andar el sendero. Yo he encontrado algunas ideas que pueden servir de guía y me gustaría compartirlas con vosotros.
La Doctrina Secreta nos enseña que todos vivimos en un mundo de ilusión, llamado maya, porque todo es temporal, con formas siempre cambiantes. Maya o ilusión es un elemento que forma parte de todas las cosas finitas, ya que todo tiene sólo una realidad relativa, no absoluta. Cuando incrementamos nuestra capacidad de conciencia, empezamos a entender que, durante las etapas por las que hemos pasado, confundimos las sombras con la realidad; cada crecimiento en conciencia nos hace pensar que hemos alcanzado la realidad. Pero sólo cuando hayamos alcanzado la conciencia absoluta, y fundamos nuestra propia conciencia con ella, quedaremos libres de esta falsa ilusión de maya.
La "Recapitulación" de la DS (1:275) dice que cada ser en el universo “o bien era ya un hombre, o bien se prepara para serlo,” una etapa evolutiva que es necesaria para conseguir la plena conciencia. Esto significa que los seres humanos tienen la posibilidad de abrirse paso a través de la naturaleza ilusoria de maya.
Pero tenemos un problema, a saber, que “Sólo los Iniciados, enriquecidos con el saber adquirido por innumerables generaciones de precursores, dirigen ‘El Ojo de Dangma’ hacia la esencia de las cosas, en la cual Maya no puede tener ninguna influencia. Es precisamente aquí que las enseñanzas de la filosofía esotérica en relación con las Nidanas y las Cuatro Verdades adquieren su mayor importancia; pero son un secreto” (DS 1:45). Ahora podemos hacer una de dos: decir que son secretas, y no seguir adelante, o emprender lo que a mí me parece la acción correcta y seguir el consejo del Maestro - "INTENTALO" - sabiendo o creyendo que todo lo que se nos ha dado ayudará a los estudiantes de Teosofía a tener una mejor comprensión.
Hemos visto que maya es el mundo de las ilusiones en que vivimos, pero ¿qué son las nidanas? La estrofa 1, sloka 4 (DS 1:27) dice: “Los siete caminos hacia la felicidad no existían. Las grandes causas de la miseria (nidana y maya) no existían, puesto que no había nadie que los produjera ni quedara atrapado por ellos.” Ciertamente no vivimos en un mundo de felicidad, pero es obvio que estamos atrapados por las grandes causas de la miseria, y es evidente que también las causamos.
Y siguiendo con la exploración, encontramos (DS 1:39): “Las doce Nidanas o causas de ser... pertenecen a la teoría de la corriente de la ley encadenada, que produce el mérito y el demérito, y finalmente lleva el Karma hasta un pleno equilibrio. Está basada en la gran verdad de que la reencarnación debe temerse, porque la existencia en este mundo sólo le conlleva al hombre sufrimiento, miseria y dolor; la muerte en sí misma es incapaz de liberar al hombre, ya que la muerte no es más que la puerta por la cual éste pasa a otra vida en la tierra después de un corto descanso en su umbral, el Devachan.... [Los humanos] pueden evitar el sufrimiento de los renacimientos e incluso la falsa felicidad del Devachan, alcanzando la Sabiduría y el Conocimiento, pues son los únicos que pueden disipar los Frutos de la Ilusión y de la Ignorancia.”
El comentario de la estrofa 1, sloka 4 (DS 1:39) dice que “la suma total de las Nidanas está basada en las cuatro verdades.” Sobre las cuatro verdades encontramos en La Voz del Silencio (versos 94-97): “¿No has pasado tú por el conocimiento de toda miseria, la Verdad primera? ¿No has vencido al Rey de los Maras en Tsi, el pórtico de la asamblea, la verdad segunda? ¿No has exterminado el pecado en la tercera puerta, y adquirido la verdad tercera? ¿No has entrado en el Tau, “el Sendero” que conduce al conocimiento, la Verdad cuarta?”Aquí leemos sobre el Sendero que conduce al conocimiento, una de las exigencias para disipar los frutos de la ilusión y de la ignorancia.
Ahora quiero volver a la cita de KH, en la cual habla del ocultismo ario, y a la cita de HPB que dice que el ocultismo debe triunfar antes del final del siglo veintiuno. Según HPB (Obras completas 9:254), “El verdadero Ocultismo o Teosofía es la ‘Gran Renuncia del YO,’ incondicionalmente y absolutamente, tanto en pensamiento como en acción. Es el ALTRUISMO.... ‘No vive para él, sino para el mundo.” Pero KH habla del ocultismo ario. ¿Qué se pretende decir con la palabra " Arya (Ario) "? El Glosario Teosófico explica que “Arya” es una palabra Sánscrita que literalmente significa “lo sagrado.” El GT también dice que era “originalmente el título de los Rishis, aquellos que dominaron las [cuatro verdades] y entraron en el ... sendero hacia el Nirvana... el gran “cuadruple” sendero. Como en los cuatro senderos... solamente se puede entrar gracias a un gran desarrollo espiritual y a un 'crecimiento en santidad’, se les llama los ‘cuatro frutos’.”
¡Interesante! Porque la estrofa 6, sloka 7 de la DS (1:33) nos da el mismo consejo con las mismas palabras exactas: “Alcanza el cuarto ‘fruto’ del cuarto sendero del conocimiento que conduce al Nirvana y comprenderás porque verás.” El cuarto sendero y el cuarto fruto: ¿a qué se refieren? Acabamos de leer que hay cuatro senderos, cuatro grados o etapas de desarrollo hacia el Nirvana, que corresponden a las cuatro clases de Aryas y que el cuarto grado es el Arhat, a quien llaman (GT s.v. Arahat) “el digno... merecedor de honores divinos.... El Arhat es el que ha entrado en el sendero mejor y el más alto, y se ha emancipado así del renacimiento.” En otras palabras, el Arhat ha alcanzado el cuarto fruto del cuarto sendero del conocimiento que conduce al Nirvana. Es él quien comprende y ve.
Estamos en el siglo veintiuno; un hermoso tejido de la Sociedad Teosófica se extiende por todo el mundo. ¿Qué vamos a hacer con esta red durante este siglo? ¿Seremos capaces de dar forma al trabajo que KH nos indica tan claramente? ¿Reuniremos todas las chispas dispersas, o sea a todas las personas algo espirituales, para constituir la llama? ¿De verdad aspiramos y luchamos por un conocimiento más elevado? ¿Conseguirá el ocultismo, y por lo tanto el altruismo, triunfar sobre el egoísmo y la exclusividad?
¡Vale la pena intentarlo! No nos han abandonado con las manos vacías. Aunque lo que he dicho hasta ahora pueda parecer muy teórico, las palabras siempre lo son. Las palabras se vuelven prácticas en el mismo momento en que tratamos de vivir las pautas que nos dan. Y pautas hay muchas. Pero la esencia de las pautas es conducirnos hasta el sendero secreto, el sendero de la Sabiduría, prajna. Este es el sendero del ocultismo ario. Este es el sendero al cual necesitamos entrar si queremos encender de nuevo el faro del ocultismo ario.
¿Osado? ¡Sí! ¿Desafiante? ¡Sí! ¿Imposible? ¡No!
Los Mahatmas han demostrado que es posible. Está delante de nosotros si queremos comprender y ver. Se encuentra aquí y ahora en la vida cotidiana y no allá arriba en el cielo. Está al alcance de cada ser humano pero tiene que darse a conocer. La humanidad está necesitada, está buscando un faro, un punto de orientación. Es la Teosofía la que indica realmente el camino, y sin este faro ¿cómo se puede encontrar ese camino? Depende de nosotros, de los miembros de la Sociedad Teosófica, agrupar las chispas dispersas que hagan brillar este faro.
¡No dejemos que su llama arda débilmente!
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http://www.theosophyforward.com/index.php/theosophy/270-the-theosophical-society-as-a-beacon-of-light.html