Marie Harkness - Irlanda del Norte
“Se valiente con la Verdad y la Fraternidad, y estaremos contigo a lo largo de los siglos”
(Jubileo)
Hoy en día muchas personas creen que sólo viven una vez en esta tierra y que cuando mueren se hace un recuento con sus buenas y malas acciones, que merecen una recompensa o un castigo. Todos los que reflexionan profundamente sobre la vida, y que han visto por sí mismos numerosos ejemplos del talento excepcional de algunos niños, deben preguntarse por qué la vida les otorga estos dones a unas personas y no a otras. Por qué algunas personas tienen una aptitud para determinadas materias, cierto grado de inteligencia, pueden con todo lo que la vida les presenta y otras no. Por qué algunos nacen perfectos y otros con terribles enfermedades. Después de pensar seriamente, nos damos cuenta de que la única respuesta es…. que la existencia es un viaje muy, muy largo hacia la perfección y que abarca muchas vidas. Nos damos cuenta de que los dones y las habilidades que poseen algunas personas han sido adquiridos con gran esfuerzo en pasadas existencias. Quienes poseen un cierto desapego, sabiduría y compasión, no han adquirido estas virtudes de forma repentina, sino que han evolucionado, con las experiencias de vidas pasadas, hasta su estado actual, un proceso que sigue en marcha. Nos damos cuenta de que en cada vida acumulamos un poder mental, un discernimiento y unas habilidades de adaptación mayores y, con el tiempo, una verdadera espiritualidad. El Maestro M. ha escrito:
“La senda por la vida terrenal nos hace pasar por muchos conflictos y pruebas, pero el que no hace nada por vencerlos no puede esperar triunfo alguno’.”
Como teósofos, nos damos cuenta de que con cada nacimiento, todas las capacidades y nobles logros están latentes en nosotros y se manifiestan cuando las condiciones son las correctas. En cada vida debemos trabajar los samskaras. Hemos pasado muchas vidas adquiriendo y acumulando cosas para satisfacer a nuestro pequeño ego. Con el progreso espiritual tales actitudes, que nos gusta pensar que hemos superado, pueden volver a surgir en formas más sutiles, como por ejemplo con la búsqueda de algún reconocimiento por nuestro esfuerzo, de agradecimiento por el trabajo altruista que hemos hecho para la Sociedad o en un deseo de reconocimiento de los Maestros u otros Seres más elevados. Por medio de diligentes esfuerzos de estudio, meditación y servicio, e inspirados por el altruismo de los Maestros y por Su profunda compasión por la humanidad, nos alineamos con Ellos y trabajamos con Ellos por Su causa, por la Teosofía, ahora no como una opción, sino simplemente porque no hay otra dirección que seguir. Confiamos y seguimos nuestra intuición y la fuerza que nos mueve desde dentro. El maestro KH aconseja:
“Intenta darte cuenta de que en ocultismo no se puede retroceder ni detenerse. Se abre un abismo detrás de cada paso que damos adelante’.”
Entonces, en vez de enfocar… nuestros sentimientos, y de absorber y acumular cosas para nosotros mismos, aunque sea de formas muy sutiles, se convierte en una segunda naturaleza el armonizar, el verter hacia fuera, el darnos de todos las maneras posibles sin esperar nada a cambio. Nos damos cuenta de que tenemos el deber de velar por la salud del cuerpo, dándole el suficiente descanso y alimento, porque el cuerpo es un don y un instrumento precioso. Dicen que se avanza más espiritualmente cuando se vive en un cuerpo que sin él. Para un desarrollo espiritual significativo, se necesitan los tres, el cuerpo, la mente y el espíritu. Los budistas llaman a una vida en la tierra ‘La Gran Oportunidad’. Nuestra tarea ahora es alinearnos con el Ser supremo y participar en El gran plan de la Jerarquía por la elevación de la conciencia de la humanidad y la de todos los reinos de la naturaleza. Primero hay una cooperación consciente y una entrega…. y después, con el tiempo, con la meditación y con un sincero esfuerzo, todo eso se convierte en parte de nuestra propia naturaleza.
La reencarnación explica todas las incidencias de personas que nacen con ciertas capacidades y habilidades o sin ellas. Una vida tras otra, el alma va almacenando experiencia y, mediante el fortalecimiento de la mente como instrumento valioso y su capacidad de recibir y retener el conocimiento, finalmente la conciencia superior e inferior se convierten en una sola, como es el caso de todos los Maestros de Sabiduría. Ellos han abierto un camino o sendero para que sigamos Sus pasos.
Todos nos encontramos en distintas etapas del viaje de la vida y se nos conducirá al Sendero que más nos convenga. T. Subba Row, eminente ocultista de los tiempos de HPB, hablaba de dos senderos que se abren ante nosotros, uno es el sendero natural del progreso estable adoptado por la mayor parte de la humanidad, ‘en el que se da un crecimiento integral y seguro’ y el otro es apropiado sólo ‘para unas cuantas naturalezas peculiares y especialmente organizadas’. Los que recorren el camino natural a su propio ritmo ‘no sufren del mismo modo’ y finalmente tendrán éxito. El segundo Sendero, el Sendero de la Iniciación, está ‘destinado solamente a ciertas personas, porque es un proceso forzado.’ El estudiante recibe ayuda para alcanzar prematuramente un ‘conocimiento de su naturaleza espiritual’. Por medio de una relación especial entre Maestro y alumno, el ‘Adepto dirige a través del alumno varias fuerzas ocultas’ que aceleran su crecimiento. Él exponía una analogía para explicar cómo la ruta natural, que sigue la mayoría, sube rodeando la montaña y asciende en espiral hasta alcanzar la cima finalmente. El Sendero más rápido sube directamente hasta la cima de la montaña y en cada punto donde la ruta directa se separa del sendero circular, se produce una iniciación, y así sucesivamente de forma ascendente hasta alcanzar la cumbre. Se dice que es mejor que no busquemos este Sendero del 'filo de la navaja' con un sufrimiento más intenso y un ajuste de cuentas más rápido, porque hay que estar preparado para ello, pero…. ‘si el Sendero te encuentra a ti, entonces está bien’. Lo que se necesita es el talismán de ‘una devoción totalmente altruista, desinteresada y auto aniquiladora hacia el bien religioso de la humanidad, una auto-abnegación que no tiene nunca fin.’
En estos momentos, nuestro interés por el Sendero, por la Iniciación, se valora por el modo de enfrentarnos a las tareas y pruebas de la vida diaria. C.W. Leadbeater dijo una vez que lo que cuenta no es lo que representan las circunstancias para nosotros, sino lo que nosotros somos para ellas. Se nos aconseja no retirarnos a una cueva o a la cima de una montaña, como se hacía en el pasado, sino permanecer en medio del meollo de las cosas, mezclarnos con los demás, trabajando con y para ellos, y con eso les estamos ayudando a ellos, a la comunidad y a la zona circundante. Cuando estemos preparados, daremos la contraseña, que en realidad es una vibración del alma de absoluta fraternidad con la vida que se expresa a través de nuestro servicio diario. Es esta vibración la que nos une con los Maestros y con el Reino Angélico.
Mientras tanto debemos crecer ‘inconscientemente como crece la flor’. En Luz en el Sendero leemos:
“Debe ser lo Eterno que haga salir tu fuerza y tu belleza, no el deseo de crecimiento”.
Sin embargo debemos tener valor y confiar en esa luz fortalecedora y guía de nuestro interior. La instrucción y la guía vendrán cuando los necesitemos. El Maestro M. dijo:
“Ten fe en el poder de tu alma, y saldrás adelante”.
Podemos tardar muchas vidas para alcanzar la perfección, pero los esfuerzos diarios por vivir cada momento con plena conciencia, con sincera gratitud por las oportunidades, experiencias y bendiciones recibidas, lo convierten en un viaje que vale la pena vivir. No podemos sino tratar de hacerlo todo lo mejor posible, y prestar atención a las palabras del Señor Maha Chohan:
“Ningún mensajero de la verdad, ningún profeta ha logrado durante su vida un triunfo completo, ni siquiera Buddha.”
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http://www.theosophyforward.com/index.php/theosophy/651-life-after-life-.html