1. ¿Cómo se llama usted, de dónde es y desde cuando es miembro de la ST?
Me llamo Otavio Ernesto Marchesini. Soy de Curitiba, una ciudad del sur del Brasil. Soy miembro de la Sociedad Teosófica desde 2003.
2. ¿Está usted activo en su Rama/Sección y de ser así, qué hace?
En los últimos años he sido miembro activo en la Sociedad Teosófica. En Brasil, la Sociedad Teosófica está estructurada en regiones, y una de ellas cubre el sur del País. Actualmente soy el Coordinador de las actividades realizadas por la Sociedad Teosófica en la región del sur de Brasil. Eso incluye la planificación y realización de las actividades externas de la Sociedad Teosófica y el asesoramiento para establecer nuevos puntos de actividad en el sur de Brasil, con la creación de nuevos Grupos de estudio y nuevas Ramas. Por lo general, doy conferencias que cubren los temas principales difundidos por la Sociedad Teosófica y, con estas actividades, tengo la oportunidad de hacer presentaciones en varias ciudades del Brasil. También he dedicado atención y esfuerzos como Concejal Nacional de la Sociedad Teosófica del Brasil.
3. ¿Cómo descubrió por primera vez la Teosofía o entró en contacto con la Sociedad?
Los budistas suelen decir que "el Maharajá" a veces sacude la Rueda de Vida, promoviendo una situación caótica en la vida cotidiana de la gente. En el 2003 pasé por algunas experiencias bastante curiosas y la estabilidad de mi vida comenzó a deteriorarse considerablemente, alterando aspectos profesionales y matrimoniales. Dentro de esa historia me presentaron a alguien por si quería hacerle una consulta astrológica. Durante la consulta el astrólogo me habló mucho de Blavatsky y de temas teosóficos y también me hizo preguntas de todo ello, de algo de lo que nunca había oído hablar. Al final de la consulta me dijo que iba a presentar un curso de introducción al pensamiento Teosófico en la Rama Teosófica de Curitiba llamada “Libertação Lodge” y me preguntó si me gustaría participar. Asistí a ese curso y desde el primer momento, a medida que iba escuchando las exposiciones Teosóficas, sentí una conexión profunda. Me puse a temblar al oír aquellos conceptos. Fue como el despertar de un sueño letárgico y un despertar de cosas que ya había experimentado antes pero que habían quedado dormidas durante los años de una vida vivida según el estilo de vida normal occidental. Solicité el ingreso y comencé a trabajar a través de la Sociedad Teosófica en cuanto tuve la ocasión de conocerla bien.
4. ¿Qué significa la Teosofía para usted?
Es bastante difícil conceptuar algo que está más allá de las palabras, más allá de los sentidos e incluso del pensamiento. En cualquier caso, dicen que más allá de los límites intelectuales de la humanidad hay algo que puede ser alcanzado por quienes quieren entender el Misterio que reside en el Corazón del Universo. Hay quienes dicen que, para poder percibir y tocar al Ser que Es, tenemos que dejar de lado las vanas tentativas de afirmar lo que creemos que somos. Si dejamos de lado nuestras particularidades, podremos percibir, quizás, la Teosofía y ver lo que somos realmente. No considero la Teosofía como "algo", sino más bien como un "estado". Un estado de percepción pura de la Realidad que trasciende la forma, el tiempo y el espacio; una percepción del Uno que es la base de las miríadas expresivas del Yo. La Sabiduría divina es, sin necesidad de tener que ser, lo cual nos da la plena capacidad para encontrar la Vida y ser ella. Percibirlo implica una transformación natural de la fusión transcendental del ser en el Ser, haciendo resonar, desde el Centro del Uno hasta los Planos del Cosmos, una Paz incomprensible.
5. ¿Cuál es su libro Teosófico favorito y por qué?
Varios libros Teosóficos me han servido de inspiración estos últimos años.La Doctrina Secreta y Las Cartas de los Maestros a A. P. Sinnett contienen una fuente de sabiduría de valor incalculable, cuyo contenido se puede señalar como una fuente particularmente importante. El contacto con esta literatura proporciona una percepción ampliada de la vida y del vivir. En mis lecturas más tempranas los libros que me inspiraron fueron de dos autores comoEl Hombre, Dios y el Universo, de I.K. Taimni y El Espacio, el Tiempo y el Yo, de Norman Pearson, que me influenció de un modo especial. Sin embargo, mi libro Teosófico favorito es La Voz del Silencio, que está en mi cabecera desde hace años. Ese libro me llega de forma natural y fácil. La Voz del Silencio no es un libro corriente, ni un libro de “estudio”, sino que contiene una presentación no lineal, embellecida por una poesía que nos conecta con lo Sublime. La Voz del Silencio se presenta como un libro que nos invita constantemente no a leerse sino a meditar sobre él. Nos impulsa a desarrollar una facultad que desborda el intelecto y alcanza la intuición. Nos toca el corazón y llama, desde lo inaudible, el sonido, el vacío, la nada, al Alma Humana, ¡nuestro despertar!
6. ¿En su opinión cual es el desafío más grande al que la ST se enfrenta en este momento?
En nuestros tiempos la gente ha estado perdiendo la noción de lo Sagrado con la percepción de su mente. El avance científico y tecnológico traduce el mundo invisible e imponderable con una tendencia a un curioso pragmatismo, hasta el punto de conferirnos una arrogancia y un flemático entendimiento de la vida y su ambiente. Me parece que esto ha producido cierta frialdad en el Ser humano de nuestro tiempo. Aunque por una parte eso ha significado tener una mejor percepción sobre quién somos y dónde estamos, por la otra este pragmatismo desencadena un gran rechazo y cerrazón a lo que se halla más allá de nuestra capacidad de percepción. Y en un mundo que tiene estas sombras, el desafío de la Sociedad Teosófica consiste en persistir con su objetivo de propagar lo que está más allá de las palabras. Tiene que permanecer fiel a su objetivo fundamental y practicarlo entre esa humanidad que toca lo invisible sin lo Sagrado. Un ciego que se da cuenta de que es incapaz de ver se halla más cerca de la visión que un ciego que cree ver. Me parece que actualmente el trabajo de la Sociedad Teosófica está en un mundo que cree cada vez más que es capaz de ver, pero que es incapaz de percibir las limitaciones de su visión, incluso después de llegar a un mundo que se encuentra más allá del átomo.
7. ¿Hay algo que desearía para el futuro del Movimiento Teosófico?
La fraternidad sigue siendo un ideal que hay que realizar en un mundo que abraza el extraordinario avance tecnológico y los notables efectos evolutivos sistémicos y sociales – fruto de los encuentros culturales en un mundo global que procura llevar una vida más digna- pero el mundo sigue estando lleno de competitividad, ignorancia e iniquidad. El primer objetivo y el más importante que la Sociedad Teosófica ha propuesto, la formación de un núcleo de Fraternidad Universal de la Humanidad, me parece, sin duda alguna, ser la fuerza impulsora de las actividades de la Sociedad Teosófica en el siglo veintiuno. Percibir la fraternidad a través de los lazos invisibles que nos unen a todos, y estimular a la gente que busca a que la vivan, incluso en medio de la intolerancia, la exclusión y la opresión, es la gran contribución que hace la Sociedad Teosófica al mundo. Que este regalo se mantenga vivo, puro y cristalino como fuente de agua prístina, para quienes la buscan y como alimento regenerador para quienes van en busca del Yo, tanto en la actualidad, como mañana o los días siguientes. Hago votos constantes para que el movimiento Teosófico siga adelante a través de los teósofos imbuidos de los queridos principios que conforman la Sociedad Teosófica.
Del editor:
Las opiniones y las ideas expresadas en las mini entrevistas pertenecen exclusivamente de los entrevistados. No representan necesariamente las ideas y opiniones de los compiladores de Theosophy Forward. Las respuestas de los entrevistados no se corrigen en su contenido. Algunos dan respuestas cortas a las preguntas mientras que otros tocan el tema de forma más elaborada.
Link to English version:
http://www.theosophyforward.com/articles/the-society/2092-mini-interviews-otavio-ernesto-marchesini