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Vic Hao Chin - Las Filipinas

Las Religiones y la Sociedad Teosófica

Cuando se fundó la Sociedad Teosófica, se esperaba que ésta desempeñara un papel importante en la minimización de los males causados por la religión institucionalizada. Una cantidad significativa de los escritos de H. P. Blavatsky versaba sobre ello, y las Cartas de los Maestros eran muy mordaces cuando señalaban el lado dañino de la religión. Hoy, sin embargo, parece que la Sociedad Teosófica no desempeña un papel principal en el pensamiento mundial en este sentido. Si el aumento del fundamentalismo sirve de indicación, entonces el lado dañino de la religión no ha disminuido, sino que puede incluso que haya aumentado.

En la Carta 88 de las Cartas de los Maestros (edición cronológica), El Mahatma Koot Hoomi escribió:

Indicaré la causa principal y más importante de casi dos tercios de los males que persiguen a la humanidad desde que dicha causa se convirtió en un poder. Es la religión bajo cualquier forma y en cualquier nación. Es la casta sacerdotal, el clero y las iglesias; es en éstas ilusiones, que el hombre considera como algo sagrado, donde tiene que buscarse el origen de toda esa multitud de males que son la gran maldición de la humanidad y que casi la abruman. La ignorancia creó los  Dioses y la astucia aprovechó la oportunidad. Fijaos en la India y fijaos en el Cristianismo y el Islam, en el Judaísmo y el Fetichismo. Es la impostura sacerdotal la que convirtió a los Dioses en algo tan terrible para el hombre; es la religión lo que hace del ser humano un intolerante egoísta, un fanático que odia a toda la humanidad ajena a su propia secta, sin mejorarle en nada ni imbuirle de una mayor moralidad. Es la creencia en Dios y en los Dioses lo que convierte a dos terceras partes de la humanidad en esclavos de unos pocos que les engañan bajo la falsa pretensión de salvarles. ¿Acaso el hombre siempre dispuesto a cometer cualquier maldad si se le dice que es su Dios o sus Dioses quienes le exigen el delito, no es víctima voluntaria de un Dios ilusorio, esclavo abyecto de sus ministros mañosos? Los campesinos  irlandeses, italianos y eslavos, se privarán de comida y verán cómo su familia pasa hambre y frío, para alimentar y vestir a su capellán y al Papa. Durante dos mil años, la India gimió bajo el peso de las castas, mientras sólo los Brahmanes eran alimentados con la riqueza de la tierra, y hoy los seguidores de Cristo y de Mahoma se cortan el cuello por la gloria y en nombre de sus respectivos mitos. Recordad que la miseria humana nunca disminuirá hasta el día en que la mejor parte de la humanidad destruya, en nombre de la Verdad, de la moralidad y de la caridad universal, los altares de sus falsos dioses.


Incluso discrepando de los números mencionados, “dos tercios de los males que persiguen a la humanidad”, no se puede evitar estar de acuerdo con el diagnóstico general. Algunas de las guerras y conflictos más largos de la humanidad han sido emprendidos por motivos religiosos, como las Cruzadas, la guerra de los Treinta Años, las guerras árabe-israelíes, el conflicto protestante y católico en Irlanda, etc. Hoy somos testigos de la peor forma de terrorismo indiscriminado, el terrorismo religioso.

En cuanto a la  creencia en Dios o en los dioses antropomórficos, el Mahatma Koot Hoomi dijo:

Nuestro objetivo principal es liberar a la humanidad de esta pesadilla, enseñarle al hombre la virtud por sí misma,  para que camine por la vida confiando en sí mismo, en lugar de apoyarse en una muleta teológica, que por tiempos innumerables ha sido la causa directa de casi toda la miseria humana. (Ibíd)

¿Qué hemos estado haciendo sobre este punto y qué deberíamos hacer colectivamente en el futuro? ¿Cuál debería ser el papel de la Sociedad Teosófica en la liberación de la humanidad de tal espectro?

Hay que destacar que la Sociedad Teosófica parece haber experimentado dos fases históricas en esta misión. La primera fue cuando HPB y las Cartas de los Maestros llamaron a cada cosa por su nombre y escribieron muy francamente sobre el lado malo de las creencias y las instituciones religiosas. La segunda fase se filtró gradualmente después de la muerte de HPB y Henry Steel Olcott, cuando la Sociedad Teosófica comenzó a ser extraordinariamente conciliadora con la religión y empezó a hablar sobre las creencias religiosas de una manera muy poco consecuente con los primeros escritos.

Un ejemplo es la creencia en un Dios o dioses antropomórficos. Los escritos de los Mahatmas y HPB eran virtualmente intransigentes sobre su inexistencia. Pero en las décadas posteriores de finales de siglo, la literatura teosófica comenzó a hablar otra vez de Dios de una forma que seguramente asombraría a los Mahatmas, igualando al Isvara o Logos Solar con Dios. “Iswar es el efecto de Avidya y Maya,  la ignorancia basada en la gran ilusión,” declara el Mahatma KH. Incluso “A los Pies del Maestro” se refiere a Dios de una manera casi personal, diciendo “el sabio sabe que sólo Dios es grande, que todo el trabajo bueno es hecho sólo por Dios”; “Si se está al lado de Dios, él es uno de nosotros...”

La estrecha asociación entre la ST y la Iglesia Católica Liberal había nublado tanto más la diferencia entre las enseñanzas originales y la visión posterior de la teosofía, no sólo en la cuestión de Dios, sino de Jesús, de la expiación de los pecados, etc. La ST, en algún aspecto, se ha convertido en un apologista esotérico del cristianismo.
Es esencial, entonces, que los teósofos vuelvan a revisar el trabajo de la ST en relación a las religiones y las creencias religiosas. En el esfuerzo por adherirse a la unidad religiosa, es fácil pasarse tratando de adaptarse a la fuerza a las cuestionables doctrinas de las actuales religiones, sólo para quedar bien, una solución procusteana que sacrifica la verdad.

Este trabajo debe hacerse por etapas. Por ejemplo, debemos promover una discusión más amplia sobre la superstición del antropomorfismo de los sistemas de creencias religiosos actuales, confiando en que los creyentes corrientes se liberen de ese concepto tan contradictorio interiormente de la Deidad. Otra etapa es la de liberar a la gente del concepto de un infierno eterno motivado por la ira de Dios, y popularizar la visión de que nosotros creamos nuestro propio destino futuro con nuestras acciones y pensamientos. Otra es la de que debemos participar en el movimiento que aspira a que la gente no acepte, sin reflexionar, que las palabras de las escrituras son las palabras de Dios y que cada palabra es, literalmente, cierta.

Cuando se hable de estos temas de forma popular pero inteligente, surgirán nuevos paradigmas en el pensamiento mundial que alejarán a la opinión pública de la superstición y la acercarán más a la realidad. Seamos parte de ese esfuerzo por producir un cambio de paradigmas sobre las religiones. Entonces sí que contribuiremos de alguna manera a la visión que tenía el Mahachohan de que la Sociedad Teosófica será “la piedra angular, la fundación de la futura religión de la humanidad.”

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