Nuestro Mundo

Herman C. Vermeulen - Países Bajos

Emanación en la vida cotidiana


'Emanación' es una palabra latina compuesta  que significa ‘un flujo hacia fuera’ de aquello que está dentro. Cada ser encarnado emana una 'esfera' característica, un ‘campo de fuerza’ al cual se ven atraídos los seres menos desarrollados, formando así su cuerpo. En este campo de fuerza, los seres menos desarrollados encuentran el hábitat apropiado para desarrollarse. Un ejemplo es el ser planetario  Tierra, que crea un entorno apropiado para todos los otros seres de nuestro planeta, incluidos nosotros mismos. Este concepto de la emanación es una idea fundamental en La Doctrina Secreta de Madame Blavatsky y en la filosofía de Platón, en el neo-platónico Plotino y su profesor Ammonio Saccas. Damos, a continuación, algunos ejemplos prácticos de la emanación.

Hay un fenómeno muy interesante en la naturaleza, que los biólogos llaman biotopo. Un biotopo es una zona que tiene unas condiciones de vida uniformes (un pantano o páramo) y en el cual  pueden prosperar ciertas plantas y animales, porque están en armonía con su ambiente. Es su hábitat natural o medio de crecimiento.
Si reflexionamos sobre esto, el concepto se amplía y se hace más dinámico. Si creamos las circunstancias adecuadas, el animal o planta correspondientes aparecen de forma natural. Existe claramente una atracción mutua entre tipos diferentes de seres, que se crean las condiciones de vida los unos a los otros. Sin embargo, hay un límite crítico. Por ejemplo, si creamos un metro cuadrado de biotopo, probablemente no vamos a atraer ni un solo ser, porque la condición mínima, en este caso la medida mínima, no se da.


Este ejemplo de atracción  y cooperación mutua es un aspecto o parte del concepto de 'la emanación'. Los biotopos de la naturaleza  ilustran de forma clara que los seres en fases de desarrollo iguales o incluso diferentes no sólo tienen una influencia estimulante los unos para los otros, sino que también crean una cooperación necesaria. Esta cooperación les proporciona la oportunidad mutua de adquirir experiencia y de trabajar en su crecimiento interior. Esto demuestra, una vez más, que el crecimiento o el desarrollo no son posibles en solitario: que es ilusorio pensar que estamos separados los unos de los otros.

Si consideramos esta observación y las ideas correspondientes desde un punto de vista fundamental, entonces podemos decir que los seres menos desarrollados son capaces de atraer a seres altamente desarrollados, aunque  no puedan pedir su cooperación. ¿Cómo se atraen los seres más elevados, como por ejemplo los grandes maestros espirituales? Abriéndonos a ellos; siendo un biotopo espiritual cualificado;  desarrollando las cualidades espirituales correspondientes dentro de nuestra propia esfera. Así es como se pueden establecer conexiones y fortalecer los lazos ya existentes. Desarrollar las cualidades espirituales significa: ser estas cualidades en lo más profundo de nuestro ser. Fingirlo de forma falsa o tener motivaciones incorrectas no sirve. ¿Somos realmente capaces de hacer nuestro carácter más espiritual? Por supuesto que podemos, porque cada ser tiene capacidades ilimitadas dentro de sí. Toda muestra de buena educación está basada en este principio. Crea un ambiente/atmósfera que evoca nuestras características más elevadas. No mediante reglas o normas ni memorizando hechos, sino mostrando a la gente el camino hacia su propia conciencia (sabiduría de encarnaciones pasadas).

En un buen ambiente de aprendizaje siempre hay un equilibrio dinámico entre el suministro del espacio y el estímulo. En cierto sentido, es más fácil que alguien nos diga exactamente qué hay que hacer, en vez de decirnos qué objetivo hemos de conseguir y cuáles son los factores importantes.  En este último caso tenemos que usar nuestras propias capacidades internas para cumplir con el ideal – asumiendo, con ello, la responsabilidad de las consecuencias.

Se pueden encontrar estos mismos principios de cooperación en el proceso del nacimiento humano. Tomemos las células reproductivas como ejemplo. Nuestras células reproductivas son encarnaciones de células madre universales que pertenecen a otras personas, al menos la mayor parte de ellas no son nuestras. Como hemos creado relaciones kármicas con estas células, encarnan en nuestro cuerpo, aunque no pertenezcan a nuestras propias células. ¿Por qué no rechaza nuestro cuerpo estas células reproductivas, mientras que otras células extrañas son rechazadas obligatoriamente? ¿Por qué las protege nuestro cuerpo e incluso estimula activamente su crecimiento?
Desde un punto de vista biológico, la madre protege el huevo maduro contra sus propias respuestas inmunes, envolviendo el huevo en una fuerte capa de células. Ella es capaz de permitir que sus propias células desempeñen un papel protector en beneficio de células extrañas, en este caso las células universales reproductivas.

¿Qué tipo de esfera (espiritual) o biotopo se crea entre el progenitor y el humano que reencarna, para que la madre sea capaz de actuar como anfitrión de los seres celulares del humano que reencarna? Es una cooperación dinámica que tiene dos lados: por una parte proporciona espacio a otros seres, y por la otra les 'desafía' a usar las posibilidades de crecer por ellos mismos. El cuerpo de la madre protege al embrión contra el rechazo (todavía no sabemos exactamente cómo lo hace). Al mismo tiempo parece que la vitalidad del embrión tiene que ser lo bastante fuerte para desarrollarse y convertirse en un bebé sano dentro de la esfera de influencia de la madre. Comparad esto con un cometa que encuentra su lugar dentro de un sistema solar. El cometa necesita encontrar su equilibrio entre sus propias características y las características dominantes de aquel sistema, entre sus propios poderes y los poderes de aquel sistema.

Estos aspectos de la enseñanza universal de la emanación nos proporcionan el cuadro de un ‘biotopo espiritual dinámico’: la atracción de seres que exploran unas determinadas posibilidades por sí mismos. Podemos encontrar muchos ejemplos de esto en la naturaleza así como en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo: ¿desempeñamos un papel protector para la gente atraída por nuestra cultura, por nuestro 'biotopo'? En nuestra sociedad se puede ver claramente cómo tienen lugar procesos comparables que pueden solucionarse con la compasión - viviendo para la totalidad y no sólo para uno mismo.

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