Dara Eklund – los EE.UU
A la autora, Dara Eklund, le encantaba cultivar flores en su jardín. Frecuentaba jardines como el Jardín Huntington en San Marino, California. Esta flor se cultivó y creció allí.
Incluso teniendo una base común de enseñanzas teosóficas, los estudiantes de Teosofía tienen dudas respecto a su capacidad de reconocer a un verdadero Maestro, en caso de que este apareciera de repente. ¿Hemos decidido, entonces, que la Teosofía "Pura" es un conjunto de libros, o quizás doctrinas, sin examinarlos como futura guía de nuestro Movimiento? Está claro que los Maestros que elaboraron un modelo diseñado para franquear las mareas cíclicas de los siglos venideros iban a proporcionar el lastre suficiente para poder sortear los peligrosos bancos de arena con los que se ha tropezado desde el inicio. No sólo nos han dado advertencias directas, sino textos devocionales para fortificar la vida del corazón y someter las corrientes más oscuras de nuestra personalidad humana. Leemos la importancia que tienen el motivo y la ecuanimidad en el Bhagavad-Gita, un texto tan universal que ha sido adoptado por el hombre Occidental como una de las grandes obras literarias del mundo. Tenemos alegorías también, que nos advierten de la degradación de las escuelas Esotéricas que pueden convertirse en centros de magia negra. Muestran muchas veces cómo la pureza de Un solo discípulo puede ayudar a seguir manteniendo un lazo de unión.
Tomad, por ejemplo, el capítulo primero del Idilio del Loto Blanco, donde Sensa, el chico, entra en el templo por primera vez, consciente de que la puerta se cerrará detrás de él. Por la razón que sea no se opone a permanecer preso en ese lugar sobrecogedor, porque sabe que se trata de un aislamiento especial que no tiene nada que ver con un encarcelamiento. La sutil separación que hay de la ciudad del otro lado no le impide a su naturaleza inocente percibir la dualidad que hay dentro del mismo templo. Inmediatamente entra en conflicto con las fuerzas sacerdotales que iban a utilizar su videncia original con fines siniestros, en oposición a su propia reverencia intuitiva hacia la señora pura del Loto, la Verdad misma. Esta tiene que preservarla en su interior, con la ayuda del jardinero de las tierras del templo: la INTUICIÓN. ¡La manera en que Sensa va a mantenerse del lado de la Pureza será su prueba!
¿Cuántas veces en nuestra vida diaria, si pudiéramos abrirnos camino entre las malas hierbas, en medio de nuestras ocupaciones normales, la Intuición respondería a ese jardín particular de su cometido kármico? ¿Qué mejor manera de infundir la pureza de nuestras enseñanzas que absorber los Preceptos de Oro en la conciencia diaria? Estos proceden, al fin y al cabo, de los altares de las escuelas "contemplativas" y, escritos por H.P.B con el espíritu de Mahayana, registradora genuina de esa tradición, deben ser una Teosofía tan "Pura" como la que cualquier Gurú oriental podría revelarnos. ¿Con vivir uno solo de los preceptos como la Caridad, ¿no podríamos tener la fortaleza suficiente para superar las excentricidades y diversidades que aíslan a un teósofo de otro en una exclusión innecesaria y nada fraternal?
Cuándo nos preguntamos si seríamos capaces de reconocer a un Maestro "Verdadero", en caso de que apareciera entre nosotros, ¿acaso la razón es haber olvidado que el verdadero Maestro se halla en el interior de cada uno? Esa sola idea basta para reconocer al Maestro que hay en el otro. Pero los métodos de desarrollo que se nos ofrecen son tantos que podemos preguntar legítimamente: ¿Cómo se puede saber qué le conviene más a nuestra naturaleza? ¿Deberíamos sospechar en seguida de las ayudas como los mantras secretos o como los pronósticos no solicitados sobre nuestro destino espiritual? ¡Claro que sí! Las cualidades de una visión genuina han sido claramente expuestas en nuestros libros. H.P.B. explica lo siguiente en su introducción a La Voz del Silencio:
"Los métodos de la India para el desarrollo psíquico discrepan de los Gurúes... porque cada Gurú tiene su propio sistema que suele mantener en secreto. Pero más allá del Himalaya el método de las Escuelas Esotéricas no se diferencia, a menos que el Gurú sea simplemente un lama, aunque con un poco más de conocimiento del que tienen aquellos a quienes enseña".
Esto nos lleva a concluir que, aunque hay lamas en todo el mundo, como los que encuentra Sensa, que pretenden ser gurúes, pero que en realidad solo saben un poco más que sus seguidores, también hay Maestros y acólitos que se reconocen entre sí por una enseñanza común de las Escuelas Esotéricas arraigadas en Oriente. Estos Maestros y escuelas no dejarían tras de sí una desilusión inmediata como la que dejan los gurúes-misioneros de oriente actualmente.
Por todo el globo existen hermanos de distintas escuelas. Dentro de esas mismas escuelas, si pudiéramos restaurar el corazón de la infancia de Sensa, encontraríamos la imagen del Loto Blanco que habla a los puros de corazón, por más espiritual que sea para ellos el oficio que quieran ocultar, comprender o suprimir. Necesitamos las claves para clarificar nuestra vida mental a fin de ser incapaces de ser corrompidos por las fuerzas oscuras que intentan impedir el progreso del mundo. Aunque La Voz del Silencio contenga el poder de cambiar la vida mental del aspirante, es, en último término, el hecho de escoger el camino abierto o el secreto, la enseñanza del ojo o la del corazón, lo que determinará su capacidad de reconocer al Elegido que represente la Verdadera Enseñanza.
De:
THEOSOPHIA, A Living Philosophy for Humanity. Tomo XXXIV, núm. 1 (151) - verano 1977
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http://www.theosophyforward.com/articles/theosophy/2001-what-is-pure-theosophy-2