Una Unión de los que aman, al Servicio de todo el que sufre.

Nancy Secrest-USA

Theosophy Nancy Secrest 2
La Compasión - no hay ningún 'otro' en este mundo; todos somos uno.

Hablaba con Joy Mills hace unos años, y dijo que el centro de atención de nuestra existencia como seres humanos es la auto-realización - aprender quien somos, quien realmente somos. Eso es lo que se supone que hacemos aquí. Eso, dijo, es el punto central de Las Cartas de los Mahatmas.

Mientras progresamos a lo largo del camino de auto-realización, vamos despertando, o dándonos cuenta de nuestra naturaleza búdica. Con ese despertar de la conciencia, la compasión basada en un sentido de responsabilidad para con todos los seres se convierte en una fuerza impulsora en nuestras vidas, y actuamos como actúa un bodhisattva, por y para el bien de todos. ‘En Teosofía, el término “bodhisattva” se usa para indicar a un individuo que ha alcanzado la iluminación y puede ir más allá de la “rueda del renacimiento”, pero que decide reencarnar por el bien de todos’. (Enciclopedia Teosófica, p. 110, TPH, Filipinas, 2006). Es decir, un bodhisattva sacrifica su recompensa de la transición al nirvana para ayudar a otros seres conscientes hasta que todos alcancen la iluminación..

No me atrevo a decir que cualquiera de nosotros sea ya un bodhisattva. Pero, en inglés se dice “fake it until you make it”, o sea “imítalo hasta que te corviertas en ello”. Lo que eso significa, y lo que digo, es que todos nosotros podemos trabajar como si fuéramos bodhisattvas. Todos nosotros podemos ayudarnos unos a otros y a la humanidad en general ahora mismo. Las palabras de Annie Besant lo dicen todo:

“El hombre espiritual debe llevar una vida más elevada que la del altruismo. Debe vivir en autoidentificación con todo lo que vive y se mueve. No hay un 'otro' en este mundo; todos somos uno. Cada uno es una forma separada, pero el mismo Espíritu se mueve y vive en todo”. [de: Las Leyes de la Vida Superior - 3 conferencias dadas en Vârânasi, India.]

La Orden Teosófica de Servicio (OTS) fue fundada por Annie Besant en 1908 como una manera de poner el primer objetivo de la Sociedad Teosófica (ST) en acción, como una manera de demostrar y practicar la unidad de toda vida. Ofrecer nuestro tiempo, talento, energía, dinero y apoyo, activo y moral, a aquellos que lo necesitan está basado en la compasión y en la aceptación de nuestra responsabilidad hacia aquellos con quienes somos uno. Nuestro lema de la OTS, ‘una unión de los que aman, al servicio de todo el que sufre’, nos recuerda nuestro compromiso con la Unidad de Toda la Vida. Esas son palabras muy elevadas sobre la OTS cuando aparentemente puede parecer como si simplemente hiciéramos “buenas acciones” como hacen muchos otros grupos de servicio humanitario.

¿Qué hace que la OTS sea diferente? Nuestro actual presidente, Tim Boyd, contestó a esa pregunta en una carta de llamamiento que envió en nombre de la OTS en América en 2008, cuando era su presidente. Tim dijo, “Hay innumerables grupos que hacen un valioso trabajo de servicio en el mundo... ¿Qué hace que la OTS sea diferente? El estar dirigida por la cosmovisión teosófica establece un enfoque diferente del servicio. Estamos motivados por el sentido de que somos partícipes de la Vida Una. El sufrimiento y el vencimiento del sufrimiento no están aislados o localizados. Todos los compartimos”.

Incluso antes de que la OTS se formara, la Sociedad Teosófica no era ajena a la acción altruista, al trabajo en beneficio de otros, y a mostrar el camino hacia la mejora de la vida de la gente. En una ponencia dada en 2011, Diana Dunningham-Chapotin, ex-Secretaria Internacional de la OTS, dijo lo siguiente sobre el trabajo en los primeros días de la Sociedad:

“No es necesario pasar mucho tiempo recordando la responsabilidad social de nuestros primeros líderes y miembros de la ST, porque muchos de ustedes ya son bien conscientes de ello. Me refiero no sólo a Annie Besant, sino a pioneros como el Coronel Olcott, William Quan Judge, Isabel Cooper-Oakley y la condesa Wachtmeister. Lo que es interesante, sin embargo, es que en aquel tiempo la acción colectiva de los miembros y sus líderes realmente hizo que el público asociara la Sociedad principalmente con la reforma social. Las primeras revistas de “The Theosophist” contienen comentarios mordaces sobre toda clases de abusos sociales, educativos, políticos y religiosos de aquel tiempo. Cuando el Coronel Olcott aparecía en las plataformas teosóficas por todo el mundo, no daba conferencias estrictamente sobre metafísica; hablaba generalmente de cosas como la libertad religiosa, la educación para las chicas, la incineración y la reforma agraria. Esos temas nos pueden parecer inofensivos ahora, pero entonces eran muy polémicos.

Otro hecho interesante es que mucho antes de que Annie Besant se convirtiera en Presidente internacional de la ST en 1907, Ramas y Secciones enteras de la ST hacían campaña ya en toda clase de ámbitos: sufragio femenino, Esperanto, “socialismo más elevado”, reforma de la salud, vegetarismo, anti-vivisección, movimiento del jardín de infancia, abolición del racismo, educación del trabajador, relaciones laborales, conservación del medioambiente, etc. Muchos programas en las ramas de los años 1890 incluían la pionera educación de los niños, clubs de debate, conciertos, investigación científica y psicológica, recolecta y distribución de ropa para los indigentes, casas de veraneo para niños, visitas a prisiones y hospitales y, en una rama, ¡había incluso una oficina de empleo! En Australia, a finales de los años 1920 y a principios de los años 30, bajo el dinámico mando de George Arundale, los teósofos dirigieron una revista política mensual y una emisora de radio.

Aún hay algo más interesante que indicar sobre todo esto. Para la Sra. Besant y sus compañeros pioneros, la vida y la responsabilidad social de la ST eran parte de un todo indivisible. En 1913, cuando la Sra. Besant entró de nuevo en la política para luchar por la independencia de la India, sentía que estaba siguiendo instrucciones de los Maestros.... En 1908, algunos también dicen que la Sra. Besant creó la OTS con el fin de dar un enfoque organizativo independiente a la participación de la comunidad, pero, aunque así fuera, en la práctica poca distinción se hizo entre el trabajo de la ST y la OTS”.

En realidad, no ha cambiado gran cosa en este aspecto. Incluso nuestros Presidentes Internacionales más recientes, Radha Burnier y N. Sri Ram, se han pronunciado con valentía en temas públicos polémicos en sus artículos de The Theosophist en su “On the Watch Tower” (“Desde la Atalaya”). Las columnas de la Sra Burnier se pueden encontrar todas en la publicación de 2009, El Mundo a tu Alrededor.

Durante mucho tiempo ha habido dos visiones del trabajo Teosófico, “una estrecha y una amplia”, como Annie Besant las llamó en su artículo del 'Watch-Tower' de enero de 1915 en The Theosophist. En la primera visión, el teósofo quiere enseñar Teosofía sin aplicarla, y cree que ésa es la única misión apropiada de la Sociedad. La segunda visión es la de aquellos que quieren aplicar la Teosofía y al mismo tiempo enseñarla. La Sra. Besant dijo, “La otra visión es que la Sabiduría Divina... existe en el mundo para ayudarlo, y que nada le es ajeno cuando se trata del servicio a la Humanidad”. En su artículo, la Sra. Besant continúa hablando de ambas visiones diciendo que ambas son importantes para el trabajo de la Sociedad y que cada una ha sido y será necesaria en momentos diferentes. A lo largo de su presidencia, Besant fomentó la visión más amplia. Fundó la OTS y otros grupos para concentrar esa energía. Dijo:

“Desde mi elección a la Presidencia, he procurado organizar muchas actividades de aquellos que estuvieron de acuerdo conmigo en teosofizar la vida pública, de modo que ninguna actividad debiera poner en peligro la neutralidad de la ST, mientras que los miembros han de ser absolutamente libres de trabajar en cualquiera de ellas”.

De las dos visiones, continúa diciendo, ‘Son complementarias, no antagónicas. Pero que la una no desprecie a la otra, ni minimice su valor. Que cada cual haga su trabajo y reconozca que el otro tiene también su espacio y su trabajo”.

Cuanto mayor me hago, más me doy cuenta de que el equilibrio es la llave del crecimiento espiritual. La tríada teosófica de estudio, meditación y servicio lo ejemplifica. El estudio utiliza nuestra capacidad de razonar y pensar de manera lógica. La meditación nos ayuda a acceder a nuestra identidad más elevada, nuestra divinidad, y nos da un respiro en el agitado mundo de hoy en día. El Servicio, entonces, es la piedra angular - el punto de equilibrio. El Servicio es esa parte de la tríada que nos permite demostrar lo divino en el mundo. A través del servicio desinteresado ayudamos a curar a la humanidad que sufre. Llamamos la atención hacia los infortunios del mundo y lideramos, a través del ejemplo, en el esfuerzo de aliviar el sufrimiento y corregir el mal. En el proceso, nos ayudamos a nosotros mismos. Crecemos espiritualmente al ser cada vez más abiertos a la visión de la unidad allí donde miremos. El Servicio se puede manifestar como sencillos actos de bondad realizados por un individuo o por un grupo, o como esfuerzos más grandes y más organizados. Se puede dirigir a miembros de la familia, a la vecindad, a una comunidad, a un país, a un género o bien a otra clase de personas, o hacia los animales e incluso hacia el planeta. Así que trabajemos cada uno como si fuéramos bodhisattvas. Todos nosotros podemos ayudarnos el uno al otro y a la humanidad en general en este mismo instante.

[El artículo se publicó previamente en The Theosophist, Vol. 137.9, y 2016 junio, p. 29-33]

Link to English version:

http://www.theosophyforward.com/articles/theosophy/1849-a-union-of-those-who-love-in-the-service-of-all-that-suffers