La muerte sitúa a la vida en el punto de mira

Betty Bland - EE. UU

[Este artículo fue previamente publicado en la edición de Theosophia de junio de 2015, la revista oficial de la Sociedad Teosófica de Nueva Zelanda.]


Betty Bland es la ex presidenta de la Sociedad Teosófica de América y actualmente  miembro de los consejos de administración de la Orden Teosófica de Servicio y del Theosophical Book Gift Institute. Trabajadora muy activa en la Sociedad desde su ingreso en 1970,  su interés sigue siendo la aplicación práctica de los principios Teosóficos

¿Por qué nos fascinan tanto las experiencias cercanas a la muerte (ECM)? Está claro que son una curiosidad y algo que va más allá de la experiencia normal, pero parece ser algo más que eso. Las experiencias extra corporales, las premoniciones y otras experiencias psíquicas, son numerosas pero no alcanzan a tener la notoriedad de las ECM. No existen tantos libros de éxito ni se dan tantos ciclos de conferencias sobre esos otros tipos de fenómenos. Sin embargo, parece que la muerte sí que nos llama la atención, puesto que todos vamos en esa dirección. Además, aunque los informes de las ECM varían tanto en sus detalles que no podemos hacernos una imagen clara, la ECM realmente nos proporciona unas claves importantes para las preguntas básicas de la vida. ¿Por qué estoy aquí? ¿Cuál es mi objetivo? ¿Estoy condenado por los errores del pasado? ¿He perdido definitivamente a mis seres queridos?

Buenas noticias

Buenas noticias desde la biblioteca teosófica de Amsterdam


Parte de esta biblioteca impresionante

Los que conocéis a vuestro editor,  sabéis que le encantan los libros, libros de verdad, libros que hay que coger con las dos manos y abrirlos, libros en los que se pueden escribir notas, libros cuyas páginas se pueden realmente “oler”. Sí, vuestro editor está anticuado, pero está muy satisfecho de estarlo, porque un libro es un libro y ningún artilugio electrónico portátil puede competir con él en absoluto.

Hay muchas bibliotecas Teosóficas maravillosas en todo el mundo, la revista Theosophy Forward habla de ellas a menudo. La de Amsterdam, fundada en 1899, es sin lugar a dudas  una de las bibliotecas esotéricas más antiguas y más grandes de Europa Occidental. Visitarla es una experiencia impresionante, por esto si os encontráis cerca de Tolstraat 154 en Amsterdam, haced Image lo posible por entrar en ella.

 


Renger Dijkstra (dcha) y Simone Chandler (Izda) un nuevo voluntario especializado en astrología

Renger Dijkstra es su primer bibliotecario y hace más de 25 años que ocupa ese cargo como voluntario. (¡Por favor no escribáis ninguna nota en los libros que cuida con tanto esmero!) Junto con otro holandés, Peter Walstra, que vive actualmente en Dinamarca, está trabajando en un nuevo sistema de referencia y catalogación informatizado que permitirá tener conectadas las bibliotecas Teosóficas de las ciudades de Amsterdam, Naarden, Arnhem, Utrecht y La Haya. Así, el material colectivo será mucho más accesible no sólo para los investigadores de los Países Bajos, sino también para los estudiantes de todo el mundo.

¿Qué constituye una cura?

Richard Hiltner - EE. UU

Como explica el Dr. Samuel Hahnemann, el término “cura” o salud ocurre cuando:

“… la fuerza vital parecida a un espíritu [dynamis] que anima al organismo humano material reina con suprema soberanía. Mantiene las sensaciones y las actividades de todas las partes del organismo vivo en una armonía totalmente admirable. El espíritu razonador que habita el organismo puede usar así libremente ese instrumento vivo y sano para alcanzar el elevado objetivo de la existencia humana”. 1


Christian Friedrich Samuel Hahnemann fue un médico alemán famoso por crear un sistema de medicina alternativa llamada homeopatía

Hahnemann deja muy claro que la “verdadera” persona no es solamente el cuerpo físico. El cuerpo es el vehículo del “espíritu razonador” [fuerza, chi, qi, fuerza vital, conciencia] que utiliza para obtener conocimiento y  experiencia en este plano de la energía/sustancia, con el fin de desarrollar y experimentar toda la vida. En otras palabras, para poder desenvolver todo su potencial “el elevado objetivo de la existencia humana”].

Por supuesto, Hahnemann insistió en la necesidad de eliminar cualquier causa material, emocional, intelectual o ética de la enfermedad. Aunque no pueda haber un contacto directo con ese “espíritu razonador”, se le puede ayudar a través de las “Leyes de los Similares”. No necesitamos elaborar esta Ley para los lectores, porque suponemos que ya conocen los conceptos básicos de este planteamiento.

Las Raíces Teosóficas de la Educación Espiritual

Kathleen Hall – Canadá

En muchos países se están llevando a cabo reformas educativas que tienen en cuenta las nuevas necesidades de los estudiantes del siglo XXI. El viejo modelo del aprendizaje industrial basado principalmente en la producción en serie de trabajadores obedientes ya no satisface las necesidades del mundo actual. Mientras los educadores procuran encontrar nuevas formas de aprender, muchos otorgan una mayor atención a la educación del corazón además de la mente. En su novedoso vídeo, “Nuevos Paradigmas de la Educación”, Sir Ken Robinson trata de las necesidades de una educación tanto afectiva como cognitiva. Robinson afirma que el anticuado modelo industrial, vigente todavía en muchas escuelas, señala directamente la necesidad de una reforma completa de la educación que considere, en el aprendizaje, tanto al corazón como  a la mente. La humanidad se encuentra en la vanguardia de una época espiritual. Una educación que incluya el desarrollo de la formación espiritual parece también necesaria en estos tiempos.

La emergencia de esta nueva época espiritual pudo haber comenzado a finales del siglo XIX, y las reformas educativas que consideraban el desarrollo espiritual fueron evidentes en la formación de nuevas escuelas, muchas de las cuales expresaban los principios Teosóficos. Estos principios fueron definidos por la Señora Blavatsky, en su ideario de lo que se debería enseñar a los niños:

“A los niños se les debería enseñar sobre todo la confianza en sí mismos, el amor a toda la humanidad, el altruismo, la caridad mutua y, por encima de todo, a pensar y razonar por ellos mismos. Reduciríamos el trabajo puramente mecánico de la memoria a un mínimo absoluto y dedicaríamos tiempo al desarrollo y formación de los sentidos internos, de las facultades y capacidades latentes. Tratar a cada niño como una unidad y educarlo para que se produzca un despliegue equilibrado y armonioso de sus poderes, a fin de que sus aptitudes especiales puedan encontrar su pleno desarrollo natural. Intentar crear hombres y mujeres libres, libres intelectualmente y libres moralmente, sin prejuicios en ningún aspecto y, por encima de todo, desinteresados".

                                                                                                                                                                         H. P. Blavatsky, La Clave de la Teosofía [p. 251/52]

Nos vemos en la Atlántida

Cuando algunas publicaciones se refieren a HPB y su trabajo, siguen estando llenas de  interpretaciones erróneas y de suposiciones incorrectas. El siguiente extracto es un buen ejemplo de ello. El lector ha de darse cuenta de que no es lo que piensa el editor de la revista, ni lo que Theosophy Forward intenta comunicar.

Adams, Mark. Nos vemos en la Atlántida: Mi Búsqueda Obsesiva por Encontrar la Ciudad Hundida. Nueva York: Dutton, 2015. [Biblioteca pública de Warren County]

La psicoterapia “integrada religiosamente” es eficaz para la depresión

Para los pacientes crónicamente enfermos con depresión profunda, un planteamiento con una terapia cognitiva-conductual (TCC) que incorpore las creencias religiosas de los pacientes es al menos tan eficaz como la TCC convencional, según sugiere un estudio publicado en abril en el Diario de Enfermedades Nerviosas y Mentales. El diario es publicado por Wolters Kluwer.

“La integración de las creencias religiosas de los clientes en la TCC no parece reducir significativamente su eficacia, sobre todo en los clientes religiosos," escribe el doctor Harold Koenig de la Duke University Medical Center, Durham, N.C., y sus colegas. Creen que este enfoque podría ayudar a hacer la psicoterapia más aceptable para los pacientes religiosos con depresión y enfermedad crónica.

Una Sabiduría Viva

De un estudiante

[La revista Vidya http://www.theosophysb.org/site/publications.html, editada por los miembros de la United Lodge of Theosophists de Santa Barbara, EE. UU, publicó el artículo siguiente en su número del verano de 2012; aquí ligeramente revisado.]

¿Cuál podría ser la distinción entre una doctrina y un dogma?

Cuando pensamos en el dogma, normalmente, pensamos en una creencia. En la religión organizada, el requisito institucional consiste en aceptar mentalmente un dogma en particular o un conjunto de dogmas. Uno está obligado de decir “Creo en esto. Lo acepto.” Sin embargo, esta afirmación puede ser, a veces, la receta de una especie de esquizofrenia espiritual. Cuando comenzamos a aceptar cosas sin estudiarlas detenidamente y sin comprobarlas por nosotros mismos, entonces realmente no sabemos en qué creemos. La teosofía adopta una postura honesta en este aspecto. No hay espacio para la creencia ciega. Se le presentan las doctrinas al investigador o al estudiante para que las considere, piense sobre ellas y hasta quizás las revise, sin obligación alguna de creer en ellas diciendo, “Esto es así” ni de aceptar nada mentalmente.

Serie Nuestra Unidad – Una Nueva Visión

Renée Sell - Nueva Zelanda

Hay una maravillosa parábola del Libro Tibetano de la Vida y de la Muerte que dice:

Patrol Rinpoche cuenta la historia de una vieja rana que había vivido toda su vida en un húmedo pozo. Un día la fue a visitar a rana del mar. “¿De dónde vienes?” preguntó la rana del pozo. “Del gran océano,” le contestó la otra. “¿De qué tamaño es tu océano?” “Es gigantesco.” “¿Quieres decir como una cuarta parte del tamaño de mi pozo?” “Más grande.” “¿Más grande? ¿Quieres decir como la mitad de grande?” “No, aún más grande.” “O sea... ¿tan grande como este pozo?” “No se puede ni comparar.” “¡Eso es imposible! Tengo que verlo por mí misma.” Y se fueron juntas. Cuando la rana del pozo vio el océano, el impacto fue tan grande que le estalló la cabeza.